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sábado, 30 de abril de 2011

Felicidad subjetiva y objetiva

El término de "felicidad  objetiva" fue empleado por Gurdjieff y no se encuentra en ningún texto de la llamada psicología positiva porque pertenece a una clasificación ajena a esa ciencia. Para la metodología científica de la Psicología todo aquello que examina es objetivo, por lo tanto es redundante aplicar ese termino a la felicidad como fenómeno experimental y objeto de investigación.

Paradojicamente  Gurdjieff consideraba la ciencia como algo subjetivo y para él no tenia sentido hablar de que podrían existir algunos campos del conocimiento objetivos y otros subjetivos. Para él todos eran subjetivos.  Decía que la ciencia era el conjunto de datos obtenido y procesado en estados subjetivos de conciencia.

A partir de esas visiones tan distintas son  irreconciliables estas diferencias epistemológicas.  No obstante es imposible sustraerse al debate porque esta de por medio la veracidad de la ciencia.

Para el caso que nos ocupa, la felicidad objetiva,  tenemos que definirla a partir de  los niveles objetivos de conciencia en la enseñanza de Gurdjieff:

  1. Conciencia objetiva de si mismo y,
  2. Conciencia objetiva de lo  externo y lo interno.
Es lógico suponer que la felicidad objetiva sólo puede experimentarse acompañada de los estados anteriores de conciencia  y por to tanto la pueden sentir aquellos que viven en esos niveles.

Por lo contrario, la felicidad subjetiva es algo así como la felicidad ordinaria que se siente en los estados subjetivos de conciencia: Sueño y vigilia o conciencia subjetiva de si mismos y de lo que nos rodea.

Lo expuesto nos presenta el reto de evolucionar , elevando el nivel de conciencia, para poder experimentar la dicha objetiva

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domingo, 10 de abril de 2011

Felicidad y Fe hipnóticas

En estado de hipnosis la mente es totalmente pasiva y acrítica, se deja engañar fácilmente.  Se ha logrado hacerle creer a un sujeto hipnotizado que un lápiz es un cigarrillo.Ademas se le ha dicho que ese cigarrillo (lápiz) se le va a quemar en la boca y se han producido en el hipnotizado una quemadura de segundo grado y una ampolla. Ello demuestra que tenemos una fe ciega en el hipnotizador y que creemos todo lo que nos dice.De la misma manera se le pueden dar sugestiones positivas al hipnotizado y convencerlo de que siempre sera un hombre feliz en cualquier circunstancia de la vida y así se sentirá cuando despierte. Esto es casi magia pero es posible.

A esa forma de felicidad, como fruto de la hipnosis como llamarla? Se podrá considerar como una verdadera felicidad?.O definitivamente podemos creer que la tan anhelada felicidad es apenas una sugestión poshipnótica?

Incluso se puede llegar a provocar por nosotros mismos al autohipnotizarnos,  el estado de felicidad sin causa y permanente en el momento en que logremos la competencia para autosugestionarnos en forma eficaz. Podemos darnos la orden de ser felices ocurra lo que nos ocurra. El obstáculo para una autohipnosis eficaz es que no nos tenemos tanta confianza y admiración, como la que le tenemos a un hipnotizador externo. No somos crédulos ante nosotros mismos y así la mente no puede desplegar todos sus poderes, como cuando alguien nos hipnotiza y puede hacernos creer que un lápiz es un cigarrillo.

Para ponerlo en otros términos somos sugestionables, pero no tan autosugestionables. Necesitamos a un hipnotizador externo para que podamos sentir la felicidad, así sea fruto del engaño y no vaya acompañada de una consciencia realmente despierta.