La verdadera felicidad se distingue de lo que se suele llamar así porque es un estado permanente que nace espontáneamente en contacto con la realidad mas profunda del hombre, pero que el ser ordinario no puede tener hasta que no construye algo dentro de si que le permita percibir esa parte íntima de su esencia.
La realidad interior que despierta en nosotros la verdadera felicidad no es física sino espiritual o metafísica, es de naturaleza vibratoria y de materialidad muy sutil. En esa dicha, sin ninguna avidez externa, se manifiesta la emoción superior y la consciencia objetiva en el nivel más bajo o la consciencia absoluta en el estado supremo.
La realidad total es como una pila con dos polos: uno positivo y superior y otro negativo e inferior. los seres y las cosas se ubican de acuerdo con su evolución mas cerca o lejos de cualquiera de los extremos. Al hombre y a la felicidad se le aplica lo que dijo Pico de la Mirándola en su famosa "Oración de la dignidad humana":
"No te di, Adán, ni un puesto determinado, ni un aspecto
propio, ni función alguna que te fuera peculiar, con el fin de que aquél
puesto, aquel aspecto, aquella función por los que te decidieras los obtengas y
conserves según tu deseo y designio. La naturaleza limitada de los otros se
halla determinada por las leyes que yo he dictado. La tuya tu misma la
determinarás sin estar limitada por barrera ninguna, por tu propia voluntad, en
cuyas manos te he confiado: Te puse en el centro del mundo con el fin de que
pudieras observar desde allí todo lo que existe en el mundo. No te hice ni
celestial ni terrenal ni mortal ni inmortal con el fin de que - casi libre y
soberano artífice de ti mismo - te plasmaras y te esculpieras en la forma que
te hubieras elegido. Podrás degenerar hacia las cosas inferiores que son los
brutos; podrás - de acuerdo con la decisión de tu voluntad - regenerarte hacia
las cosas superiores que son divinas."
El hombre puede escoger evolucionar hacia las "cosas superiores y divinas" si quiere experimentar los estados de felicidad que corresponden a esos niveles de ser que elija libremente.